¿Qué haríamos sin ellos? Entrañables seres que arrastran los pies hacia ti con el saludable propósito de devorar tu carne, preferiblemente tu cerebro. Son ellos, los Zombies, unos bichos que me han atraído desde que era pequeñito. Siempre estaba dibujando zombies, me gustaba inventar para cada uno una muerte distinta, así uno estaba carbonizado, otro cortado por la mitad, o atravesado por una bala de cañón, incluso recuerdo otro zombie consistente en una cabeza arrancada que avanzaba empleando los músculos desgarrados de su cuello a modo de tentáculos. Estos dibujos por lo general acababan desapareciendo, supongo que mis padres los escondían para que no los viera mi hermano pequeño. También recuerdo haber ido disfrazado de zombie al colegio en al menos dos carnavales. En una de ellas fui la sensación (estamos hablando de cuarto de EGB, creo) ya que llevaba una venda alrededor de la cabeza que me tapaba un ojo, y que estaba atravesada por un cuchillo de cartón y papel de aluminio, con un auténtico ojo de cristal pegado en la punta, que me había dado una tía mía que trabaja en una óptica. Todo ello lleno de pintura roja y mercromina. Recuerdo que tuve que insistir para que mi madre me dejara pegarle al ojo de cristal hilos rojos colgando que simularan nervios ópticos arrancados. Jo, ahora que lo pienso, un poco truculento sí que era.
Lo curioso de todo es que nunca he visto una película de zombies hasta que ya era muy mayor. En realidad, mis referencias eran “zombies” que salían en cómics de Mortadelo (supongo que en el Pesadillaaaa...), los del HeroQuest, los del Castlevania, los de la escena del cementerio de El secreto de la pirámide, los esqueletos de Simbad, alguno que salía en Cazafantasmas, y los muertos que salían en las pelis de Indiana Jones, sobre todo en la de En busca del Arca Perdida, y también en el final de La última cruzada, cuando Donovan bebe de donde no debía...
Este puente he recordado mi afición infantil por los zombies, la cual curiosamente ha ido desapareciendo según he ido viendo películas de zombies propiamente dichas, que lo cierto es que no me hacen mucha gracia. En cualquier caso, he decidido inaugurar una serie de posts para homenajear como se merece a este ser de ultratumba que mereció mis más sinceros cariños infantiles.
Lo curioso de todo es que nunca he visto una película de zombies hasta que ya era muy mayor. En realidad, mis referencias eran “zombies” que salían en cómics de Mortadelo (supongo que en el Pesadillaaaa...), los del HeroQuest, los del Castlevania, los de la escena del cementerio de El secreto de la pirámide, los esqueletos de Simbad, alguno que salía en Cazafantasmas, y los muertos que salían en las pelis de Indiana Jones, sobre todo en la de En busca del Arca Perdida, y también en el final de La última cruzada, cuando Donovan bebe de donde no debía...
Este puente he recordado mi afición infantil por los zombies, la cual curiosamente ha ido desapareciendo según he ido viendo películas de zombies propiamente dichas, que lo cierto es que no me hacen mucha gracia. En cualquier caso, he decidido inaugurar una serie de posts para homenajear como se merece a este ser de ultratumba que mereció mis más sinceros cariños infantiles.
1 comentario:
Cuan ha sido mi sorpresa cuando me he pasado por el Club de los no blogs y he visto esta serie de magníficos posta modo de historia del zombie. Los he leido con mucho gusto, porque comparto el amor hacia el zombie, que es también de alguna forma el más desvalido de la serie de monstruos que ha creado el cine.
Si, como bien ha dicho Holden, el cine ha creado al zombie, o al menos al zombie que entiende la gente, el haitiano es otra cosa (aunque no hubiera dejado de ser una cultura local y folklórica, no hubiera sido conocido en todo el mundo sin el cine).
¿Cual es esta serie de ''monstruos'' que nos ha legado el cine? Pues basicamente los que recopiló el sabio Ibañez en su Códice ''Los monstruos'' y ''los que vinieron de allá'' de la serie de Mortadelo y Filemón. Frankestein, Drácula, la momia, el hombre lobo, la bruja, la cosa, etc... Ahora que recuerdo me ha salido el tiro por la culata, pues en ese tebeo no está el zombie... que mal he quedado jeje. Pero entendedme, el zombie es otro de esos monstruos, normal que no salga porque no es un sólo monstruo, siempre van en legión, es el monstruo comunista.
Chorradas aparte... qué grande es el zombie, con ese punto gótico, y qe sin embargo sabe adaptarse a los tiempos mejor que el resto de monstruos. ¿os imagináis a Drácula en New York? yo tampoco. ¿a los zombies? ¿por qué no? Figuras que tanto pueden dar miedo o servir de monigotes graciosos (ver: Zombie's party) La apasionante historia del zombie en pantalla la tenéis más que biene scrita y dividida en estos posts de Holden, Disfrutadlos.
Y me gustaría también subrayar el Hero-Quest. Él también fue el primero en darme más o menos la imagen de lo que es un zombie. Esas figuritas (aún las tengo) encorvadas, algo calvas, que agarran un pesado arma seguramente oxidada.
Mi duda en el Hero-Quest, que me ha acompañado hasta hoy, ha sido: ¿por qué los esqueletos son algo mejores que los zombies? ¿por qué en el Warhammer también es así? Si se supone que ámbos son muertos vivientes... ¿quién tiene más carne, eh?
Espero que algún experto pueda contestarme a esto. Seguramente use el argumento de que la magia que despierta esqueletos es superior a la que levanta zombies de sus tumbas. Pero... ¿a qué niño convenció esta argucia escolástica?
Holden, siento mi abusivo uso de este post. Mi suprema torpeza, nunca considerada en su plenitud de lo grande que es, me ha hecho antes equivocarme ne varias palabras, de forma que he tenido que copiar los dos mensajes que puse antes en uno sólo. Si puedes bórralos, siento esta carnicería de mensajes que ha resultado... Seguiré el curso intensivo con sumo interés.
Publicar un comentario