martes, 11 de diciembre de 2007

Dos homenajes al Zombie (2): Dead Rising

Ahora voy a hablar de un videojuego, que para mí es el homenaje definitivo a nuestras amadas hordas de zombies. Nada de Resident Evil ni House of the Dead ni cosas por el estilo, no, no... Voy a hablar de Dead Rising. No creo que en este blog vaya a sacar mucho el tema de los videojuegos, y menos si son más o menos nuevos, pero es que este se lo merece. Argumento: Te encuentras en un centro comercial. No estás solo, estás acompañado por 53.000 zombies (el dato no es inventado). Sobrevive. Punto.

A mí los videojuegos sólo me gustan de dos clases: Con un buen argumento que me enganche (paradigma Zelda Ocarina of Time), o para pasar el rato haciendo el bestia hasta que me dé la gana, veinte horas o veinte minutos. Dead Rising es una muestra perfecta de esta segunda categoría.

Puedes hacer lo que quieras, rescatar a supervivientes o no, matar zombies o ir de tiendas a probarte ropa, cargarte a psicópatas o romper escaparates, lo que quieras. Como se supone que eres un fotógrafo, puedes dedicarte a hacer fotos a los zombies, ya sea comiendo gente o cayéndose por las escaleras. Cualquier objeto que puedas coger de las tiendas, lo puedes usar contra los zombies: Bates, bolas de bolos, palos de golf, sticks, macetas, taburetes, cajas registradoras, motosierras, hachas de seguridad, mazos, extintores, peluches, bancos, cubos, sartenes, palas, carritos, motos, coches, furgonetas, espadones, katanas, cuchillos, porras, escopetas, escaleras, paneles informativos, restos humanos, taladros, perforadoras, mesas, tásers, ametralladoras, pintura, maniquíes, tanques de propano, cajas de herramientas, hoces, cortacéspedes, bolsas, joyas, cd´s, latas de refresco, espadas láser de juguete, grapadoras, palas, pesas, botellas, harina, tijeras de podar, sombrillas, barras de acero, escobas, hachas vikingas, a los propios zombies...

Ni qué decir que es un juego muy gore, puedes empezar a desmembrar zombies con el cortacésped, o también puedes prepararles “putadillas” como ponerles disfraces y gorritos, quemarles la cara con la sartén, tirarles pintura y harina, dejarles aceite en el suelo para que se resbalen y patinen con esos andares tan suyos, o los puedes tirar a la máquina de hacer salchichas, que también es muy sano y divertido para toda la familia.

Es curioso, porque a base de apalear zombies les acabas cogiendo un enorme cariño, en serio. Este juego es un homenaje a todas las pelis de Romero, el gran gurú de los zombies, hasta el punto que ha tenido que salir al mercado con una nota aclaratoria en la que se indica que el juego no está basado en ninguna peli de Romero, para evitar problemas de derechos. Tal vez el mejor homenaje al espíritu de estas películas es que tus peores enemigos no son los zombies, sino los otros supervivientes, cada uno con su propia idea de sobrevivir, y cada cual más terriblemente zumbado que el anterior. Estos personajes harían la función de “jefes finales” (aunque como en este juego todo es libre, no tienes que enfrentarte a ellos si no quieres), y son una muestra de los estereotipos más paranoicos que pueblan estas gestas zombíficas: El veterano del Vietnam al que se le ha terminado de ir la olla y te intenta matar a machetazos al grito de “sucio comunista”, el paleto sureño atrincherado en la tienda de armas, el pequeño empresario que se aferra a su pequeño sueño americano y protegerá su supermercado de cualquier saqueador como tú, el payaso que se ha cansado de ser el que se llevaba los tartazos y se ha pasado a los malabarismos con motosierras, el maníaco sectario-religioso, los criminales convictos que han escapado y aprovechan la anarquía para divertirse bateando zombies y ancianos desde su coche, el policía que abusa de poder (en este caso una oronda policía lesbiana) e intenta violar a otras supervivientes, etcétera...
Pues eso, que se trata de un juego muy recomendable, que aprovecha la potencia de las consolas de nueva generación (en este caso la XBOX360, no sé si está para otras) no para hacer unos gráficos increíbles (aunque son buenos), sino para mover en pantalla a cientos de zombies (literalmente). Bueno, si algún día os pasáis por mi casa, pues nada, matamos unos zombies en alegre amistad.

2 comentarios:

Raúl dijo...

Tiene más que buena pinta. Qué pena que no tenga la X-Box... saldrá para ordenador? esperemos. De todas formas sé esperar, y algún dia jugaré a él, me darán igual los varios juegos que existirán entonces con mejores gráficos.

Hablando de juegos de no-pensar y de relajarse liberando adrenalina y tensión (qué paradoja) yo uso el Doom, el viejo Doom. Los gráficos y la jugabilidad ya son más que desfasados, pero curiosamente a mi hermano y a mi nos sigue atrapando.

Ignatius Reilly dijo...

Quiero "jugar" a eso.